Los modelos de trabajo tradicionales ya no son válidos y se impone el concepto de flexible working, que afecta a nuestros espacios de trabajo, las nuevas tecnologías y la cultura de la empresa.
El espacio tiene que adaptarse a las nuevas necesidades de personas y empresas, con una mayor funcionalidad y flexibilidad.
Las personas son el eje sobre el que pivota la gestión del cambio de espacios, modelos de trabajo y tecnologías.
La Tecnología permite acceder a las personas y a la información desde cualquier lugar y en cualquier momento de forma ágil y segura.
Los trabajadores son capaces de administrar su tiempo. Importan los resultados, no el dónde ni el cuándo.
Cada actividad recomienda un tipo de espacio. Se debe concentrar el espacio en aquellos ambientes más demandados.
Herramientas, espacios y conocimiento adecuados, las tareas se completan más rápidamente y con mayor calidad.
Racionalizar el uso de los espacios y aumentar la productividad conducen a grandes ahorros.
¿Sabía que la mitad de las emisiones de CO2 de una empresa se producen en los desplazamientos de los empleados a su puesto de trabajo?